Reseña: Nuestra parte de noche, Mariana Enriquez


Nuestra parte de noche fue el primer libro que quise leer de Mariana Enriquez. Sin embargo y afortunadamente, supe escuchar a nuestro librero de Librería Rodríguez y arranque por otros. Cuando Lu de María Lenteja Libros me dio este libro, la recomendación fue, entre risas pero con certeza: "Leelo de a poco, no lo leas de noche." Yo no sabía en lo que me estaba metiendo.


Mi primer error, me llevé el libro de vacaciones, a Buzios. Me costó mucho recorrer los primeros kilómetros de viaje junto a Juan y Gaspar. El estilo de Mariana Enriquez no difiere de los anteriores libros, pero claro, esto es una novela de más de 600 páginas. Hay cambios en la construcción del personaje, el estilo de los diálogos es muy particular (una de las cosas que más me costó al principio) y el recurso descriptivo es complejo pero es una de las patas principales del viaje narrativo. 


Mi segundo error, cuando logré atravesar ese proceso de adaptación, de comenzar a entender a Juan, de adorar a Gaspar, de detestar varios personajes, comencé a devorar el libro. Conforme fui avanzando, me adentré en esa Oscuridad, fue abrir la puerta al Otro Lado y sentir que algo no estaba bien. Promediando el libro, hubo una escena que me obligó a ponerlo en pausa, por unas semanas. No creo olvidarme ese momento, mirando el mar revuelto en Playa Brava, tratando de tragar saliva y que no pasara por el nudo en la garganta que no pude desatar por horas.


Decidí retomarlo una vez de vuelta en Villa Crespo, con tranquilidad y paciencia. Encontré mucho de los cuentos de Mariana en el resto del libro, no solo porque uno de ellos es clave aquí, sino también por ese ida y vuelta que se gesta entre ellos. Si tengo que destacar algo, es la construcción de este universo, la Orden y sus historias, su pasado y presente. 


Lo que tengo que admitir es me quedé con un gusto amargo al terminarlo. Siento que el cierre fue apresurado comparado con el resto de la historia. Hablando mal y pronto, me faltaron 50 páginas más en ese último capítulo, lo cual despertó bastante enojo (aunque no semejante a los brotes de ira de Juan y Gaspar). Me queda la duda si este final es un guiño para un segundo libro, el cual compraría desesperadamente. Esa extraña forma de adicción que te genera Mariana y su delicada forma de narrar el terror.


Podría destacar muchas frases, pero como soy un poco mala gente, voy a dejar aquí una de las que me hizo pausar mi lectura por un corto tiempo: "Eso era ser huérfano: tener cajitas de cenizas y no saber qué hacer con ellas".





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